Bienvenido a este antro de depresión.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Casi 2

Si... ya son casi 2 meses desde que me haces feliz día a día...
Son casi 2 meses en los que de a poquito, te he ido conociendo...
Casi 2 desde que comencé a sentir este intenso sentimiento...
Falta poco para que se cumplan 2 meses... 2 meses... que espero... de verdad, de todo corazón... sean más... muchos más!

Te amo ♥

Mi leoncito~

Rawr~!

sábado, 20 de noviembre de 2010

Espera

Creo que había sido cosa de instantes antes de que me viera en vuelta en sus brazos, por alguna razón sin verle si quiera sabía que se trataba de el, me giré y le vi, no alcancé a decir nada, dado que huyó, ¿por qué? no entendí su reacción, de verdad me intrigaba, lo único que dejó fue su libro, que debe haber tirado en el momento que fue en mi ayuda. "Anatomía" era lo que decía el libro en la tapa, busque cuidadosamente si es que había algo que me indicara su identidad, pero no, no había nada, por un impulso casi, decidí que le devolvería su libro y le daría las gracias así fuera lo ultimo que hiciera.

Primer día
La Uni había estado tranquila, solo unas cuantas entregas para el día de mañana, nada complicado, solo 40 dibujos de personas. Ah~ El arte es maravilloso, pero los profesores son despiadados! seguro ellos pueden hacer 40 dibujos de un día para otro! bueno, quizás si... aagh, malditos! Estaba en la estación del metro del día anterior, esperando haber si es que el venia en algún metro, mientras, aproveche de dibujar personas, al final hice más de 40 dibujos sin ninguna complicación, pasaron las horas y el no bajó... Quizás mañana...



Segundo día
A los profesores le gustó mi trabajo con los dibujos, dijeron: pone mucha dedicación en el trazo y además se esfuerza. Si solo supieran en las condiciones que hice los dibujos... En fin, me encontraba nuevamente esperando, a la misma hora y en el mismo lugar... pero nuevamente no aparecía, estaba pensando que quizás había sido solo un encuentro furtivo el anterior y que perdía mi tiempo... pero no, me dije a  mi misma que le vería de nuevo, y así haría... 


Quinto día
Los días iban pasando y comenzaba a cansarme... Estaba a punto de irme tras esperar una hora, cuando lo vi bajar, me acerqué a él apresuradamente tomándolo del brazo.

-Espera!-Se giró y me miró sorprendido, creo que se puso un poco rojo inclusive, que lindo...- El otro día... te olvidaste tu libro -le dije mientras le entregaba su libro- además, no me dejaste darte las gracias... so~ he estado esperando todos los días para poder darte las gracias... -le dije mientras sonreía y me ponía un poco roja. El por su parte solo cogió el libro e hizo un movimiento de cabeza, disponiéndose a marcharse nuevamente, sin decir nada- No! espera, al menos... dime tu nombre...-le pedí sujetándolo nuevamente por el brazo.

-D-D-Dan...-su  rostro se encontraba rojísimo- Dante.

-Un gusto Dante, yo soy Beatriz... pero dime Bea~ 

sábado, 13 de noviembre de 2010

Encuentro...

Otro día de los mismo se había acabado, e iba como siempre de regreso a casa en el metro que solía pasar alrededor de las 7, como siempre, estaba lleno, no, llenisimo, no se podía respirar casi, como siempre, ignoraba al resto y solo me concentraba en mi libro, bendito libro, el cual siempre me sacaba de la realidad en la que me encontraba, era un alivio... Así no debía preocuparme por lo que las personas dijeran en esos momentos, ese día sin embargo... no todo fue como siempre, puesto que ese día, fue cuando le vi por primera vez....

Ahí estaba ella a solo unos centímetros de mi, su pelo rojo, resaltaba entre el resto; parecía muy complicada, con su mano izquierda, con dificultad, sujetaba un enorme lienzo, tratando de no molestar a los demás con este, y con su mano derecha, en un esfuerzo en vano, trataba de afirmarse para no caer ante los bruscos movimientos del metro.

-Las personas últimamente parecen más animales que personas! A esto le deberían llamar "la ciudad de las bestias"-dijo en tono, no de reclamo, si no más bien, a modo de broma, observé que a nadie le había echo mucha gracias, excepto a mi, que me encontré esbozando una sonrisa al terminar de oírla, lo notó y esbozo una sonrisa en respuesta, yo creo que ese fue el segundo en que me vi envuelto en sus redes y ya nunca logré escapar...

El viaje siguió como de costumbre, estación tras estación, bajaban 3 ... subían 10... lo habitual. Ella continuaba batallando, tratando de lograr afirmarse, pero estaba lejos del fierro, y era pequeña para alcanzar las ayudas de más arriba, después de unas estaciones más... desistió suspirando largamente; la próxima estación, era la mía, la verdad no quería llegar a destino, sentía deseos de poder seguir contemplando a aquella chica, pero probablemente esa sería la ultima vez que la viera, por lo cual solo continué con mi rutina habitual. Mi sorpresa fue grande al darme cuenta que ella también bajaba ahí, la gente despiadada, solo empujó y empujó, vi casi en cámara lenta, como ella iba cayendo, lanzándose a proteger su lienzo, y en un acto casi inconsciente, me acerque rápidamente a sujetarla antes de que cayera; al instante volteó su rostro y me miró, tenia unos hermosos y grandes ojos cafés, y esbozo una sonrisa, la solté al instante, y antes de que pudiera decirme palabra alguna, huí... solo huí...