Bienvenido a este antro de depresión.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Encuentro...

Otro día de los mismo se había acabado, e iba como siempre de regreso a casa en el metro que solía pasar alrededor de las 7, como siempre, estaba lleno, no, llenisimo, no se podía respirar casi, como siempre, ignoraba al resto y solo me concentraba en mi libro, bendito libro, el cual siempre me sacaba de la realidad en la que me encontraba, era un alivio... Así no debía preocuparme por lo que las personas dijeran en esos momentos, ese día sin embargo... no todo fue como siempre, puesto que ese día, fue cuando le vi por primera vez....

Ahí estaba ella a solo unos centímetros de mi, su pelo rojo, resaltaba entre el resto; parecía muy complicada, con su mano izquierda, con dificultad, sujetaba un enorme lienzo, tratando de no molestar a los demás con este, y con su mano derecha, en un esfuerzo en vano, trataba de afirmarse para no caer ante los bruscos movimientos del metro.

-Las personas últimamente parecen más animales que personas! A esto le deberían llamar "la ciudad de las bestias"-dijo en tono, no de reclamo, si no más bien, a modo de broma, observé que a nadie le había echo mucha gracias, excepto a mi, que me encontré esbozando una sonrisa al terminar de oírla, lo notó y esbozo una sonrisa en respuesta, yo creo que ese fue el segundo en que me vi envuelto en sus redes y ya nunca logré escapar...

El viaje siguió como de costumbre, estación tras estación, bajaban 3 ... subían 10... lo habitual. Ella continuaba batallando, tratando de lograr afirmarse, pero estaba lejos del fierro, y era pequeña para alcanzar las ayudas de más arriba, después de unas estaciones más... desistió suspirando largamente; la próxima estación, era la mía, la verdad no quería llegar a destino, sentía deseos de poder seguir contemplando a aquella chica, pero probablemente esa sería la ultima vez que la viera, por lo cual solo continué con mi rutina habitual. Mi sorpresa fue grande al darme cuenta que ella también bajaba ahí, la gente despiadada, solo empujó y empujó, vi casi en cámara lenta, como ella iba cayendo, lanzándose a proteger su lienzo, y en un acto casi inconsciente, me acerque rápidamente a sujetarla antes de que cayera; al instante volteó su rostro y me miró, tenia unos hermosos y grandes ojos cafés, y esbozo una sonrisa, la solté al instante, y antes de que pudiera decirme palabra alguna, huí... solo huí...

2 comentarios:

  1. AWwwwwwwwwww *-* que lindo inicio
    ;w; Dante todo timido es adorable!
    >w< quiero leer que seguira

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  2. Awww
    que bello
    ;w;
    Dante todo tímido me encanta esperare ansiosa leer lo que sigue

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